Henson había tenido problemas de salud a nivel respiratorio y digestivo por su marcada hipersensibilidad y ya había mejorado anteriormente gracias a la ayuda de Laila, junto con los cuidados veterinarios. Pero un día se puso muy, muy grave y tampoco daba la cara lo que le ocurría, necesitó estar ingresado y su vida corrió serio peligro. Finalmente supimos que era la gripe felina, complicada con dolor intenso y anorexia extrema. Los cuidados fueron intensos y poco a poco salió adelante, viendo avances cada semana. Considero un milagro que siga con nosotros y ahora, tres meses después, está como si no le hubiera pasado nada. Laila ya había ayudado a otros gatos de mi clan en situaciones más o menos graves, pero esta vez el pronóstico veterinario no era apenas esperanzador. La Luz llegó en esos días tan oscuros.
Gracias Laila de corazón siempre,
Maria Pilar