Decidimos parar los tratamientos energéticos para Guismo porque está mucho mejor… Guismo había adelgazado mucho y ya no podía comer después de un diagnóstico de PIF… incluso estaba anémico y tenía síntomas neurológicos como temblores y parálisis de la pata delantera y sobre todo mucha fiebre… Fue gracias a la primera intervención de sanación de Laila que pudimos iniciar las inyecciones de interferón… de lo contrario estaba demasiado débil… posteriormente trabajó en su anemia… hoy continuamos con las inyecciones una vez al mes, Guismo juega, come y trepa a los árboles como antes y estamos convencidos que sin la intervención de Laila, su generosidad, su disponibilidad y su extraordinario don, nuestro Guismo ya no estaría con nosotros. Así que muchas gracias Laila!
Muy sinceramente,
Muy sinceramente,
Nathalie